lunes, enero 18, 2010

Las dos caras de la moneda

Este Crucero de super lujo llamado Independence of the Seas atracó en una playa paradisíaca. Sus 3.100 tripulantes no se privaron de nada: hicieron jet ski, tomaron tragos y se bañaron en playas privadas , publica el diario Británico The Guardian.
Algunos se quedaron dentro del barco.
Pero no por guardar luto: tenían mucho miedo de que los haitianos, que padecen falta de agua y de comida, pretendieran sus pertenencias.




A 100 km. de estas playas , se ubicó el epicentro del fatídico terremoto del que todos nos asombramos cuando vemos las imágenes y los detalles de lo que está pasando en Haití .







Alguien puede pensar que este contraste es inevitable porque seguramente el Crucero habría sido contratado un tiempo antes .
Pero bueno ,no sería la primera vez que ante un drama familiar todos en algún momento hayamos suspendido una fiesta o un acontecimiento .
Desde mi punto de vista todo esto pasa por una cuestión de humanidad.
Seguramente alguien pueda defender este crucero .
Me hubiera gustado que esa persona estuviera en Haití entre las ruinas y los detalles que todos conocemos y otros en el crucero.

Fuente : Los Andes on line