Como admiro a esa gente que tiene personalidad.
Que tienen un estilo de vida que los caracteriza que los individualiza.
Mi amigo Juan , del que hice un post anterior es una de esas personas, una charla con èl es todo una experiencia, es un tipo que tiene un gusto exquisito, èl trabaja en una empresa de alta costura que es de Milano.
Es un anfitrion perfecto, las reuniones en su piso da gusto ir , porque siempre tiene esa habilidad de invitar gente que comparte gustos , aficiones .
Tiene un estilo muy personal de vestir, sus perfumes acordes a su personalidad, salir con èl es divertirse seguro .
Si tiene que discrepar con alguien lo hace, pero muy respetuosamente.
Y despues el otro extremo , tengo otro amigo que es compañero de trabajo y es todo lo contrario, esas personas opacas, ambiguas, estructuradas.
Si es en el trabajo, nunca confìa plenamente en lo que hace , siempre espera la aprobaciòn de alguien . Nunca la ùltima palabra la tiene èl.
Nunca ha salido a un pub a tomarse algo por ejemplo, eso es gastar dinero en vano.
Peliculas nunca ha visto ninguna , en Internet lo unico que lee es un diario de Ecuador . Parece exagerado pero si .
Yo le he dado un monton de paginas , ahora esta entrando y esta descubriendo cosas nuevas.
Êl es casado , pero a la vieja ultranza, la mujer en vez de ser la esposa ,parece que fuera la madre.
El otro dia me acompaño a comprarme ropa, y habian en la tienda unos bañadores hermosos que le gustaron, le dije compratelos,me dice que despues mandarìa a la mujer , la mujer le compra la ropa, le elije los colores.
Y lo peor es que en el trabajo todos lo hacen un poco a un lado, pero porque es èl el que se arrincona.
Sin duda alguna , si tuviera que elegir prefiero mil veces relacionarme en mi vida social con gente con personalidad , esa gente que puede pensar distinto a como pienso yo, pero que tiene objetivos claros, que dicen si algo les molesta, con ese perfil de gente me siento muy còmodo.
Suena en Mi MP3 "Tu no tienes alma " de Alejandro Sanz
Si te caes siete veces, levàntate ocho Proverbio chino